jueves, 14 de mayo de 2020

Ensayo Reflexivo sobre El coloquio de los perros de Miguel de Cervantes


                                                                                     Por Karina Almonte Carrasco 

El coloquio de los perros es una novela corta ejemplar escrita por ...
En el siguiente ensayo pretendo hacer un acercamiento a la obra El coloquio de los perros, publicada en 1613 por Miguel de Cervantes Saavedra, escritor destacado de la literatura española, especialmente del género novelesco. El propósito con la que se desarrolla este ensayo es, sobre todo, apuntar algunos de los elementos más representativos de la obra, los que a su vez la convierten en un ejemplo de la picaresca, destacando además, la originalidad de Cervantes para construir un pícaro diferente al que como lector estábamos tan acostumbrados, partiendo de la premisa de que  nuestro pícaro es un perro y no un hombre.
   En términos mas específicos, esta reflexión será realizada a partir de los siguientes aspectos: la trama en torno a la que gira la obra, pasando en un segundo lugar a la estructura de la misma y aspectos mas representativos, tomado en cuenta la interconexión que logra Cervantes con otras obras, como lo es La novela del casamiento engañoso del mismo autor y por último, los elementos de la picaresca que se pueden rescatar de la obra y cuáles otros ponen en duda si esta construcción narrativa de Cervantes es meramente una obra pícara, partiendo del análisis que hace Gonzalo Sobenajo en el artículo: Un perfil de la picaresca, El pícaro hablador.

Es conveniente comenzar resaltando aquellos hechos que envuelven a Berganza quien es sobre el cual recae la mayoría de sucesos importantes de la obra debido, específicamente a que es quien nos ofrece su autobiografía. Vemos que esta obra comienza con una clara ambientación que nos sitúa en la ciudad de Valladolid, específicamente, en el Hospital de la Resurrección. Allí se encuentran nuestros protagonistas, Berganza y Cipión, los cuales al darse cuenta que poseían el don del habla, inmediatamente deciden dejar salir a la luz todos aquellos pensamientos y recuerdos que han tenido, pues reconocen que ese nuevo don es un milagro que, aunque el hombre lo posee también, le es más especial debido a que es un animal con raciocinio y capacidad de discurso. Ambos, conscientes de que es algo antinatural comienzan a sacar a relucir conjeturas sobre la razón de este nuevo don, agregando que posiblemente sea señal de alguna tragedia que se avecina o es producto de algún azar extraño del destino. Hasta este punto, vemos cómo se transfieren creencias e ideologías en nuestros personajes.

A nuestros protagonistas se les ocurre que debían aprovechar esta nueva facultad contándose sus experiencias y así inicia Berganza, dando a conocer todo en cuanto recuerda de sus vivencias, desde que era un cachorro hasta el encuentro de esa noche. Berganza, no escatimó en detalles e inició contando desde la primera vez que consciente reconoció algún amo. Constantemente, Berganza se distraía en sus muchas historias y Cipión era quien debía encaminarlo de nuevo a lo fundamental de la misma, recordándole en todo momento que no se podía llevar por sus impulsos para murmurar, lo que en términos actuales equivaldría a criticar o juzgar acciones ajenas para crear morbo. Así, pues, se pasaron horas enteras en un coloquio que sobre todo dejaba relucir todos aquellos sucesos que permearon la vida de Berganza y que nos llevan a un final en el cual ambos perros deciden dejar la conversación, ya que afuera ya estaba saliendo el sol.

   A partir de la interrupción del coloquio de ambos perros, Cervantes agrega como conclusión otra conversación entre dos hombres que en una primera lectura desconcierta, ya que es casi imposible deducir quiénes son o de donde salieron; estos son el Alférez y el licenciado Peralta, quienes para finalizar la obra comentan si aquel coloquio era o no real para luego marcharse hacia Espolón.

   Sobre esto, es interesantísimo ver cómo Cervantes juega con el mundo representado en el texto, pues quien lee El coloquio de los perros no espera ese final abrupto que pone en duda todo el esquema mental que se ha recién construido sobre esta historia. Aquí es cuando nos damos cuenta que esta obra guarda total relación con otra del mismo autor titulada Novela del casamiento engañoso.

   Para hablar entonces de la conexión que sostiene Cervantes, es necesario situar en El coloquio de los perros aquellos detalles que nos podrían dar más indicios sobre quienes son estos hombres. Sobre esto, vemos que, volviendo desde el final hacia el inicio, los únicos detalles que nos proporciona el autor y que no tienen nada que ver con el coloquio como tal son la ubicación (Valladolid), el Hospital de la Resurrección y un hombre que allí se encuentra. Sobre este hombre agrega Cipión, en respuesta a la petición de Berganza de hablar sin ser escuchados: ´”Aquí cerca está un soldado tomando sudores; pero en esta sazón más estará para dormir que para ponerse a escuchar a nadie”.
   Trasladándonos a Novela del casamiento engañoso vemos que la misma inicia justamente con la misma descripción de estar un hombre sudando terriblemente en un hospital de Valladolid.

Personajes principales de El coloquio de los perros

Personajes de la obra 

  Ciertamente, las historias en ambas obras son un tanto diferentes, en cuanto a que en El coloquio de los perros nos cuentan las historias de Berganza como perro que paseó por muchos amos y situaciones, mientras que en la  Novela del casamiento engañoso  nos habla de un hombre que le cuenta a su amigo la desafortunada historia de un casamiento que se dio envuelto en mentiras y que le costó estar en aquel hospital sudando las ´bubas´ causadas por la sífilis. Vemos que las conexiones entre ambas historias se encuentran al inicio y al final de cada una, pero destacando que, el coloquio es hija de la otra, pues es el Alfarez quien le cuenta al licenciado la historia de cómo escucho dos perros hablar y contarse cosas, agregando: “Vine a conocer, por lo que hablaban, los que hablaban, y eran los dos perros, Cipión y Berganza´”.  También puede apreciarse que, al finalizar, ambas tienen la misma conclusión que de todo esto se entiende: el Alfarez estuvo escuchando las historias de Berganza para presentarlas por escrito a su amigo el licenciado Peralta, esto es porque el mismo Alfarez en Casamiento engañoso agrega: “Todo lo tomé de coro; y, casi por las mismas palabras que había oído, lo escribí otro día, sin buscar colores retóricas para adornarlo, ni qué añadir ni quitar para hacerle gustoso”.
Con relación a la conexión de estas obras, cabe resaltar que Cervantes entre 1585 y 1612 escribió un conjunto de novelas ´cortas´ llamadas Novelas ejemplares, que fueron publicadas en 1613 y que presentan una amplitud de temas que van desde las historias más filosóficas e ideológicas hasta las románticas o picarescas, como el Coloquio de los perros.

   Pasando a otro aspecto, considero necesario resaltar las características de la picaresca en esta obra, sobre todo, destacando que el pícaro que nos muestra Cervantes no es el mismo que nos presentan, por ejemplo, Mateo Alemán o Quevedo. Las características que podemos mencionar son: 1) Es un relato autobiográfico que nos sitúa en una perspectiva poco favorecedora, pues lo que se comparte se hace desde la perspectiva del pícaro que pertenece a los más bajos y humildes estratos sociales. Sobre esto, vemos que ciertamente Berganza hace una especie de narración sobre los detalles de su vida y, aunque lo haga en un coloquio con Cipión, vemos que el peso de los hechos recae en el primero. Asimismo, Berganza desde que inicia su narración nos da indicios de que es un huérfano, el cual tuvo un primer amo que le hacía pasar muchas vicisitudes. Continuando en esa misma línea, podríamos destacar que una de las características pícaras es provenir de padres poco preocupados por el destino de sus hijos ya que, 2) el pícaro se ve obligado a luchar desde su edad temprana contra su destino azaroso y la vileza de sus padres. Aunque esto último no se le atribuye a nuestro protagonista, sin embargo, producto de su inicios humildes Berganza hace conjeturas cuando pequeño de que sus padres podrían ser jiferos, pero cuando encuentra a la bruja Cañizares rechaza por completo a quienes ella le da por padres, pues serían personas poco afortunadas. Eran las personas más rechazadas por la sociedad, ya que su madre podía ser una hechicera y su padre enteramente pícaro, y eso, a Berganza lo avergonzaba.

  3) El pícaro además le sirve a diferentes amos y el autor aprovecha estas personas como forma de encaminar la historia a través de vivencias individuales que tiene el pícaro con cada uno de ellos, mostrando a través de estas personas lo bueno y malo que tiene la sociedad. En este punto vemos que Berganza tuvo diversos amos, desde carniceros, alguaciles, gitanos y demás, y de cada uno aprendía costumbres y ´mañas´ que trataba de criticar hasta tanto Cipión le callara.
Vemos también que Berganza presenta una evolución notoria en su forma de pensar y ver el mundo, y la “maldad o bajeza” de los hombres, pues se presenta desde que es un cachorro que va creciendo con ingenuidad hasta que desarrolla una fuerte madurez mental en la adultez.

   4) Por último, podríamos citar la crítica a la sociedad y así mismo, en esta parte vemos que las críticas sociales están bien dibujadas, ya que a diferencia de otros pícaros, Cervantes nos pone en frente dos protagonistas que entienden las dificultades del murmurar y reconocen que es malo siempre y cuando se haga con malicia. Sobre esto, un fragmento en particular llamó mi atención en el cual Cipión le recomendaba a Berganza no murmurar para ganar la aceptación de otros, dice: “Consentiré que murmures un poco de luz y no de sangre; quiero decir que señales y no hieras […] Que no es buena la murmuración […] y sí puedes agradar sin ella”.

Si bien es cierto que el pícaro tradicional critica por criticar y se da muchísimas libertades al hablar sobre otros, no lo es menos que Berganza es totalmente diferente. Teniendo en cuenta que el autor nos presenta esta historia a partir de dos perros donde uno de ellos (Cipión) es quien constantemente debe advertirle a Berganza que debe limitarse a seguir contando antes de criticar, escuchándolo e invitándolo a reflexionar bajo los términos filosóficos sobre su actuar. Personalmente, considero que este elemento, casi imperceptible, de colocar dos perros en vez de dos humanos es una muestra de la originalidad y libertades que se da Cervantes para presentarnos un pícaro diferente, donde no hay un pícaro monologando y tampoco hablando por hablar, pues en todo momento es detenido por Cipión cuando sin quererlo se desvía de la historia y empieza a murmurar. Con relación a esto, Cervantes le da total importancia a la conversación y al estado de estar hablando permanentemente como se hacía en la cultura grecolatina.

   En ese mismo orden, vemos que la locuacidad crítica de nuestro pícaro está orientada más a otros y no hacia él mismo, es decir, crítica las ideas de sus amos y entiende en todo momento que su actuar no se corresponde con lo que representan.

Un aspecto que llamó mi atención es que en esta obra si bien se critica el comportamiento desmedido de la sociedad, también se presentan personajes/amos que presentan una especie de virtud disfrazada. Es decir, en un primer momento Berganza se acerca a muchos de los que fueron sus amos, porque aparentemente parecían personas que le ayudarían, sin embargo, ocultaban un sinnúmero de problemas, tal es el caso del alguacil o la bruja, por mencionar algunos. Respecto a esto, vemos que como en el caso del alguacil, Berganza se le acerca, pues creía que como amigo de su antiguo amo y portador de la justicia estaría mejor, sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se enterara sobre las malas costumbres de este, como por ejemplo, aprovecharse de su profesión para engañar a los más vulnerables. Luego de Berganza contarle a su compañero las cosas que, hacía su nuevo amo, Cipión agregó: “Mejor dijeras de las bellaquerías de tu amo” y Berganza respondió: “Me pesa decir mal de alguaciles y de escribanos”. Mostrando aquí las limitaciones para hablar por hablar de nuestro pícaro.

Otro ejemplo que guarda total relación con estas virtudes que esconden las verdaderas intenciones y formas de actuar de los personajes, es el caso de la bruja Cañizares, quien se le acercó a Berganza con intenciones de hablarle sobre su supuesta madre. Al principio, vemos que el decide ir al encuentro con aquella vieja y ocultar el asco que le provocaba para escuchar sus razones y fue a ella con buena fe, sin embargo, mientras ella avanzaba su discurso pudo notar estar frente a una mujer que no dominaba sus impulsos y que al mismo tiempo ocultaba con una fachada de bondad y humildad los pecados y vicios de su alma, entre ellos el criticar y juzgar.  Por ejemplo, en una ocasión ella agrega: “Rezo poco y en público, murmuro mucho y en secreto. Vame mejor con ser hipócrita […] las apariencias de mis buenas obras presentes van borrando en la memoria de los que me conocen las malas obras”, añadiendo a su discurso que la santidad cuando es fingida no hiere a nadie y si alguien decide ser malo lo único que debe hacer para compensar esto es encubrirlo con “buenos actos”. Con relación a esto, vemos que Cervantes aprovecha a Cipión como el personaje rescatado, que no calumnia y pide que se reflexione, y refleja su pensar en dicho personaje, es decir, para hacer un comentario que deja a relucir el sentimiento que ocasionan en él los hombres que se critican en la obra diciendo: “Berganza, si tu fueras persona fueras hipócrita y todas las obras que hicieras fueran aparentes, fingidas y falsas, cubiertas con la capa de la virtud”.

   Con este tipo de actos, Cervantes le lanza una fuerte crítica a la sociedad de la época con temas y problemáticas que incluso en la actualidad tienen vigencia, como son la corrupción, el egoísmo o la hipocresía en todos los ámbitos de la vida.

 Durante la lectura y como se ha venido abordando anteriormente, pude destacar características e informaciones que suscitaron dudas en mi que ponían en disputa si el Coloquio de los perros es o no una novela enteramente pícara, sobre esto destacan los siguientes aspectos: el pícaro del Coloquio es aparentemente bueno y reservado en cuanto a las críticas crueles y como agrega Sobenajo en Un perfil de la picaresca, estas son características contradictorias a los otros pícaros y “se oponen a la poética del género: novela picaresca”. Por otro lado, el problema para determinar si es no pícara esta novela, radica en que Cervantes tomó elementos picarescos importantes, pero no presentó en esta ocasión un pícaro malvado, bellaco o irreverente como lo es Pablos en El Buscón de Quevedo, por poner un ejemplo. Además, el hecho de que Cervantes eligiera perros y no humanos para Lázaro Carreter citado por Gonzalo Sobenajo en El coloquio de los perros y otros apuntes, es una oposición frente a otros pícaros ya que afirma que si bien el autor trató sobre pícaros no escribió picaresca pura, pues confió a unos perros y un coloquio irónico su crítica (Carreter, 1968).

En resumen, para autores como los que hemos citado anteriormente, esta novela de Cervantes puede bien entenderse como una novela picaresca, pues en resumidas cuentas intervienen muchos elementos pícaros, pero al mismo tiempo tienen una serie de limitantes que son opuestos a la concepciones del pícaro construido anteriores a Berganza, como son el pícaro es un hombre que no ve mas allá de sus beneficios y de sus ganas de superarse sin importarle o no si debe engañar, robar o hacer ´cosas malintencionadas´ para lograr su cometido mientras que En el coloquio de los perros, Berganza es un pícaro bien criado dentro de lo que cabe, es virtuoso y discreto aunque su dialogo está lleno de digresiones, y como señala Sobenajo: ¨Berganza […] de origen tan humilde que ni siquiera es humano¨.

 Finalmente, Coloquio de los perros es una obra que encierra una gran cantidad de elementos de la picaresca y lo hace sobre todo en una historia sumamente entretenida, innovadora para la época y que invita al lector a reflexionar producto de que, en la misma, aunque se castigan en cierto grado comportamientos humanos y morales, se ofrecen también enseñanzas sobre los límites de la murmuración o la crítica. Cervantes, sin duda, nos ofrece un pícaro distinto, que como los demás intenta superar sus limitaciones.

Bibliografía





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