jueves, 14 de mayo de 2020

Realidad y ficción en Over de Ramón Marrero Aristy


Yiandra Familia Heredia

Ramón Marrero Aristy

Ramón Marrero Aristy

En el presente ensayo pretende abordar la monopolización de la industria azucarera como vía del capitalismo y fuente de explotación laboral y sinónimo de superioridad racial que se vivió en República Dominicana. Todo esto basado en la novela de Over (1939), de Ramón Marrero Aristy. El propósito de este ensayo es tratar de reflexionar sobre todos los acontecimientos que dentro de la obra ocurren, no tanto porque sea un trabajo final de Análisis de la Obra Literaria II, sino más bien porque en esta obra podemos también acercarnos a la realidad que en tiempos atrás se vivía y que probablemente nosotros desconocíamos. Y es por esta razón que utilizaremos lo que es el análisis semiótico para hacer una reflexión más profunda de esta obra y por esto lo dividiremos en cuatro partes que son el texto en sí, la literatura, la cultura y la historia. Hago este ensayo teniendo siempre presente que es importante conocer, aunque sea de manera ficcional un poco de nuestro pasado, para así tener al menos la oportunidad de no llegar cometer los mismos errores en el presente.


Biblioteca Infantil y Juvenil Rep. Dom Koha › Detalles para: Over /Ya para adentrarnos en el tema, considero pertinente explicar de qué trata la obra. La novela Over narra la historia de Daniel Comprés, un joven que se ve obligado a buscar trabajo para sobrevivir, luego de que su padre Lope Comprés lo echa de la casa, esto hace que el joven muerto de hambre se vea en la necesidad de aventurarse a solicitar trabajo en el central azucarero, allí lo dejan trabajando como bodeguero en un batey. Aquí empieza a desarrollarse gran parte de la trama, pues este viendo la responsabilidad que él tenía entiendo que no podía confiar en todo el mundo, pero aun así conoció y se hizo amigo del policía Cleto, el viejo Dionisio quien era mayordomo del contratista y de varios bodegueros más de la zona, pero sus más íntimos amigos eran Eduardo, Valerio y el inglesito George Brown quienes al tener temas en común y la misma responsabilidad se hicieron grandes amigos. Luego de esto, con el tiempo Daniel conoció a una joven con la cual se casó y aquí empezaron los conflictos porque la zafra se había acabado y por tanto no había cosecha, lo que significaba que no había peones que compraran y por más que él engañaba a los pocos peones que quedaban; esto no era suficiente para él completar el inventario y cubrir los gastos de él y su esposa, por lo que el déficit era cada día más grande y para que no se notara tenía que recurrir a sus amigos para que le prestaran dinero. El estrés y la presión que él tenía y sentía, al intentar comprender a su esposa depresiva, tolerar y disimular delante del alemán cada vez que este iba a pasar el inventario, para que no descubriera el déficit y aparte de eso estaba alejados de sus amigos que era con quienes se desahogaba, todo esto y más presión, dieron como resultado que un día explotara contra el Alemán y perdiera su trabajo, al final se tuvo que ir a vivir a casa del cuñado de su esposa, donde la familia de su mujer. Con el tiempo, en casa de su cuñada lo hicieron sentir un inútil sin servir y mantenido, al este ver que su mujer tampoco lo toleraba decidió dejarla e irse. Mientras vagaba, encontró un amigo que había sido compañero de clase y con este duro un tiempo en su casa, luego se fue a casa de una prostituta que se había enamorado de él.

En realidad, lo sorprendente de esta historia, consiste en el hecho de que el autor de una manera astuta en un texto de apenas 100 páginas, dividido en un primer capítulo con 6 partes, un segundo capítulo con 7 partes y un tercer capítulo con 3 partes. Nos narra todas esas injusticias y angustia que se vivía tanto dentro del cañaveral como fuera de este. En donde los que tenían el poder abusaban de los más débiles que por necesidad permitían que los explotaran.

Lo interesante también de este texto es que el contexto se cuenta de manera lineal y con una lógica completamente verosímil, organizado internamente de un modo, en donde los rangos de oposición que aparecen son identificables, pues los extranjeros son completamente identificables, así como lo son los nacionales dominicanos, así como también desde el peón más insignificante es diferenciable del “Manager”. Pero a pesar de todo, lo que más me sorprende es el contexto, ya que esta se basa en un momento histórico en donde en 1940 en República Dominicana según (Cambeira, 2001) “se proclamó un acuerdo sobre el reclutamiento de Haití y la entrada en República dominicana de jornaleros temporales haitianos (trabajadores agrícolas), para su empleo en territorio dominicano durante la zafra azucarera”. Este hecho hace sin lugar a duda que la historia sea verosímil, porque incluso en la misma novela se dice:

En el vientre de un buque de carga, meten generalmente una cantidad de hombres dos o tres veces mayor que la prudente. Allí los negros pasan días y noches, los unos encima de los otros, alimentándose con pan y sardinas de latas que les son suministrados por los que el Central envía a reclutar hombres a Haití y a las islas inglesas… “Los que viajan en camiones hacen el trayecto desde Haití al Central en la caja de carga de los vehículos, de pies, imposibilitados para sentarse durante un momento”. (Marrero, 1940, p. 35)

Con este pequeño fragmento vemos cómo esta novela nos adentra a este hecho histórico, puesto que para recolectar toda la zafra azucarera en tiempo de cosecha, la central tenía que recurrir a contratar extranjeros para poder aprovechar la cosecha a tiempo, pero al mismo tiempo, podemos ver la deshumanización que se vivía y lo interesante del caso es que esto no era solo contra los extranjeros de poco recurso, sino también contra los propios ciudadanos dominicanos a los cuales también se les trataba sin dignidad. Pero lo peor del caso no es eso, sino que quienes cometían este atropello eran personas de otras nacionalidades que ni dominicanos eran, eran personas bilingües las cuales hablaban inglés: eran alemanes, ingleses y puertorriqueño, pero no dominicano, los que tenían los puestos de mayor poder.

Así pues, este autor fue muy ingenioso porque hizo de este texto una novela interesante que a través de su estética utilizó recursos literarios y gramaticales como lo son comparaciones, repeticiones y entre otros para darle un toque especial a la novela como lo son: “Es más obeso que un tonel”, “diablo, ¡diablo!”, “Bodeguero, bodeguero”, entre otros. También en sus voces internas aparte de lo narrativo, podemos observar también voces descriptivas, como cuando el narrador describía a algunos de los personajes de la novela. Ejemplo: “Era un hombrecito flaco, blanco en canas sin ser completamente viejo…”.

Cabe resaltar que culturalmente a pesar de la angustia y la injusticia que se vive en esta novela, muy profundamente esta también tiene muchos valores tanto morales como religiosos presentes. Por ejemplo, a pesar de todo, aquí se resalta lo que es la responsabilidad, algo que tal vez si la leemos de pasada y no la analizamos como debe de ser, puede llegar a pasar desapercibido como “Cada vez que algo cae al suelo, pienso en la pérdida, aunque parezca invisible e insignificante.” O sea, que él era responsable de no perder ni un centavo, por lo que cosas como estas a él lo atormentaban, también existe mucho la tolerancia por parte de la mayoría de los personajes y un ejemplo de esto es cuando Daniel dice: Y no me quedó otro remedio que obedecer, y lo que fue el mal humor y el deseo de darle una lección, guardarlos por ahí.”, también encontramos lo que es la lealtad, principalmente entre amigos: “¡Qué cariñoso recibimiento! Me abrazó como a un hermano… Pero no olvides que estamos aquí. Tú sabes que siempre puedes disponer de una parte de nuestros sueldos. Al menos del mío y creo que también del que gana Valerio” y por irónico que parezca incluso honestidad se puede encontrar en esta época: “—No puedo —le respondía con franqueza—. Soy casado y no tengo trabajo ni dinero”. Dentro de lo religioso podemos llegar a encontrar rastro de la religión cristiana como, por ejemplo: “¡Jesú, critiano!”, “La mujer lee la Biblia.”, “Lo dice el texto: “No tan sólo de pan vivirá el hombre”. También es necesaria la palabra de Dios.”

Los niveles ideológicos en esta historia, en cuanto al racismo, el patriotismo y la moral van muy de la mano, dado que en esta novela podemos ver cómo en esa época según el texto, se veía el ajetreo que en ese entonces había por falta de empleo y por el mal nivel económico. Nos surge lo que es el racismo hacia lo que son los extranjeros, principalmente los americanos, alemanes, etc. También puede apreciarse el patriotismo en la República, para esta época en cuanto a política no era para nada estable, lo que provocaba que los ciudadanos no tuvieran quien velara por ellos. Ejemplo: No es como estar con el gobierno, que cae a cada rato y de donde despiden a uno tan fácilmente”, “¡Intruso, extranjero, le está robando ese puesto a un hombre digno, que no sea capaz de vejar a las gentes!”. El racismo que en la novela se puede sentir es más por la superioridad racial, que existía de partes de los extranjeros americanos y alemanes, entre otros. Y esto ocurría, porque a los nacionales dominicanos que si son ciudadanos tenían menos derecho, por no decir que no tenían ningún derecho, mientras que estos extranjeros eran los dueños y señores del país.
Debemos de aclarar también que siendo completamente literatos y viendo la novela desde el punto de vista del macrocontexto, la época en la que el escritor se basa para narrar esta historia son los años del 1940 y el espacio ficcional con el que el autor se relaciona  es con la República Dominicana. Aclaro este punto siendo completamente realista de que cada escritor crea su propio mundo posible dentro de su obra, es decir, puede que los hechos de la historia sean completamente ficcionales, como pueden también haber sido cierto.

Según la historia, el modo de producción de los bienes, tanto como la adquisición y la repartición de esto, era completamente capitalizada y monopolizado por los extranjeros europeos y americanos. E investigando un poco sobre la economía de este país para esta época, todo concuerda puesto que la economía dominicana, aunque bastante diversificada, era muy pobre, por no decir que esta era casi “nula”, la estructura social era pueblerina y los adelantos tecnológicos eran limitados y el transporte se realizaba en camiones, tren, barco y a lomo de yeguas y caballos. En dicho período las características principales de la economía dominicana eran deprimente, puesto que según (Jimenes, 1940):

Se celebró, con el Gobierno norteamericano, a fines de 1924, una nueva Convención, análoga a la de 1907, que lo autorizó a consolidar las emisiones anteriores de bonos y a lanzar al mercado otra cantidad por la suma total de $25.000.000. Quedó establecido en esa Convención que las Aduanas seguirían bajo el control extranjero hasta cuando esa nueva emisión de bonos que vencía en el 1940, quedara cubierta. Por tanto, en vez de tratar de rescatar el trozo aun enajenado de la soberanía, el Gobierno prolongó su enajenación. Amparada por las amplias libertades individuales que propició y aseguró el nuevo régimen, levantóse una ola de protestas contra dichos actos. Protestas inútiles; la decisión obedecía, aparentemente, a toda una política: continuar realizando, con los dineros del empréstito, las obras materiales que la reconstrucción del país reclamaba. El rescate total de la soberanía, cuestión de carácter ético, apareció, pues, subordinado a un problema de naturaleza material”.

Podemos decir también que dentro de las prácticas políticas de la novela hay un sistema de gobierno que podemos visualizar como republicano, presidencialista y al mismo tiempo es colonizado.

“—No tengo esperanzas. Estos países son tierras de promisión para los blancos, desde que Colón puso el pie aquí. Ayer esclavizaron a los indios, los despojaron de sus tierras y su oro, violentamente, y les dieron muerte cazándolos con perros, porque entonces las cosas se hacían en esa forma. Hoy vienen a despojamos y a servirse de nosotros, “solicitando” permisos de los gobiernos —respaldados por su gran nación— para hacer inversiones “que favorecerán al país”; pero el fin y los resultados son los mismos.”

  “—Los gobiernos castigan a los desesperados que matan a los explotadores y cometen actos de terrorismo, pero a quienes deberían castigar es a estos capitalistas sin entrañas. Cegados por su fiebre de atesorar dinero, y empecinados en conceptos de superioridad racial, explotan, oprimen y siembran tal rencor en los hombres, que cuando el día del estallido inevitable llegue, la venganza de las masas lo arrasará todo como un huracán!...”

Los intereses políticos que se muestran en la historia son el deseo de tener el poder y gobernar solamente para poder enriquecerse a sí mismo, haciendo ellos sus negocios con la central azucarera, sin velar por los intereses de los ciudadanos del país. Pasando por alto todos los atropellos que se cometían contra habitantes.

Lo que yo visualizo en esta novela es el sufrimiento, las humillaciones y las injusticias que vivieron los ciudadanos de este país a manos de un gobierno capitalizado y monopolizado por parte de extranjeros que se consideraban superiores a los demás. Veo un grito de impotencia y dolor que tenía que ser contado, pero al mismo tiempo veo esas denuncias que nadie se atrevía hacer por miedo a la represalia y a la ignorancia.

En esta novela se muestra cómo todavía en pleno siglo XX la esclavitud seguía su máximo esplendor de manera disfrazada. Pero esta era más descarada porque era como si te dijeran vengo a tu terreno… Te saco todo el “Over” que puedas producir y luego te desecho. Y… No, no eres mí “esclavo”. (Over como sinónimo de “dinero”). El detalle es que no se podía hablar de esclavitud, porque ellos astutamente sabían disfrazar las cosas, como similar una escena: finjo que tienes voluntad… vienes a mí creyendo que me eliges, pero en realidad no te doy otra opción, luego de “Yo” elegirte, te uso y te exploto mental y físicamente.

Personalmente, lo que más me dolió de esta obra fue el hecho de analizar como la ignorancia y el apego que muchas veces las personas tenemos, es la más grande desgracia que nos puede ocurrir.

“La finca tiene una fuerza de abismo, y fascina. Se traga a cuantos vienen aquí. Después que beben su virus no pueden marchar. A los que el central despide, les ocurre que se quedan dando vueltas, tratando de “arreglar su asunto”, para conseguir nuevamente trabajo. Los que no han obtenido trabajo, pululan por bateyes y carriles, esperando “un chance”. Este año, cuando se dijo que la tonelada de caña se le pagaría al picador a diecisiete, todo el mundo —haitianos, cocolos, dominicanos— dijo que no trabajaría; pero al día siguiente todos fueron al corte, callados. Y seguirán yendo.”

Pero tampoco lo juzgo porque es difícil tener que estar sin trabajo y pasando hambre, sobre todo porque no hay más fuente de trabajo. Todo se debe al egoísmo y la avaricia que en muchas ocasiones son las que domina al ser humano.

Para mí la denuncia y críticas que este autor hace son de admirar, porque hacen que todavía hoy en día nos cuestionemos tantas cosas, y dentro de ellas, el manejo disfrazado que todavía hoy en día vivimos por parte de entidades superiores, en donde tal vez no usen el intercambio de oro por espejo, pero si buscan otra forma de utilizarnos y engañarnos de manera tan pendeja y cínica.

Un claro ejemplo de lo dicho es lo que se vive actualmente, en plena cuarentena, a causa del Coronavirus, todavía hay naves de la zona franca trabajando, las cuales que no aportan nada al sistema de salud, ni de alimentación, ni hacen nada que tenga que ver con ningunas de las necesidades básicas, pero, aun así, estas naves obligan a sus empleados a asistir a trabajar y estos por necesidad se ven en la obligación de poner en riesgo su salud. En efecto, creo que también está de más decir que estas empresas de manera inteligentes compran permisos para transportar a su personal en horario de toque de queda para que las autoridades les permitan el paso. Y lo peor de todo es que a sus empleados no le dan los equipos necesarios para que estos se cuiden dentro de las instalaciones, es decir que estos trabajan sin guantes y sin mascarillas, pero ninguno puede decir nada, porque si hablan, las empresas toman represaría contra estos trabajadores. Lo que me da toda la razón de pensar que todavía hoy en día trabajamos bajo el dominio del capitalismo en donde lo importante es el Over. Así como en estas zonas francas sé que también existen muchas empresas e instituciones en donde lo que importa es el dinero y los trabajadores son solo simples peones o cosas insignificantes para ellos. Lo irónico de esto es que los trabajadores de estas empresas deben de sentirse agradecidos y afortunados de poder trabajar en estos sitios, así como los personajes de la novela de Over.

“—“Tú ere rico”. —“Tú son gente grande, porque tú come tó lo día, compai” …Y tienen un hambre y un deseo de estar en mi puesto, no es posible dudar de su sinceridad. ¡Es   desolador!”.

Es decir que, a pesar de la injusticia, el abuso de poder y las humillaciones que viven muchos de estos empleados, estos tienen que sentirse “afortunados y bendecidos” por tener dichos trabajos. Y no es para menos cuando todo se encuentra monopolizado y encima sin tener a nadie que vele por sus intereses.

Una parte de esta novela que me llamó mucho la atención fue cuando el cañaveral se incendió y apresaron a dos haitianos por tener en sus bolsillos forofos y cachimbos. Me llamó la atención, porque sentí que en ese momento el autor tenía mucha similitud con el cuento “Luis Pie” de Juan Bosh. Aunque no se contaba de la misma manera, me hizo pensar en este cuento, pero al mismo tiempo me dio a pensar que en esta época cometer este tipo de injusticia al parecer era muy frecuente.

“En ese momento pasaban Cleto y su compañero con dos hombres atados por los brazos. Eran presuntos autores del fuego. Engendraba esa sospecha el hecho de haberles encontrado cachimbos y fósforos en los bolsillos, cuando ellos mismos luchaban contra las llamas”.

Esto me hace llegar a deducir que probablemente parte del odio que los haitianos siente hacia los dominicanos actualmente, es en realidad producto de aquellos tiempos, porque aunque el maltrato y el abuso es ocasionado por la presión que ejercen los altos directivos extranjeros, todo este maltrato ocurre en el territorio dominicano y, por ende, la única imagen que se ve afectada es la de República Dominicana, no la de los europeos o ingleses, y todo esto gracias al mal manejo que el gobierno del país tenía y sigue teniendo hasta la fecha.

Algo lamentable que debemos de resaltar es el hecho de ver cómo en esta época las personas morían por montones a causa del hambre y de la falta de atenciones médicas. Y todo porque se le explotaba a trabajo, pero no se le brindaba los recursos que estos necesitaban. La una ayuda que estos recibían era si acaso cuando ya estaban muertos, ya que no podían dejar esos cuerpos podridos en el cañaveral:

“La ambulancia pasa por ahí, con su cruz roja, ya la gente la mira sin comentar. Ninguno se informa de quién habrá muerto. “¡Qué más da! Siempre será un trabajador cuyo cuerpo será llevado desde el hospital hasta el cementerio del pueblo en una carreta, metido en un cajón cuyo precio de costo no pasa de dos dólares. ¡Qué más da?! Siempre será un peón”. Eso parecen pensar”.

Para mí, la historia aquí narrada no fue un hecho meramente ficcional, sino que la novela tienen mucho de realidad, porque mucho de las narraciones tienen grandes similitudes con el contexto histórico. También con lo ocurrido al mismo autor de esta obra. Pues el mismo Ramón Marrero Aristy llegó a trabajar en un cañaveral de la Central Romana como bodeguero hasta que a los 22 se trasladó a vivir a Santo Domingo. A parte de esto, Marrero fue un escritor, al igual que el personaje principal de la obra, Diego. Por tanto, se me hace difícil concordar con las personas que juzgan a este autor porque meses después de publicar esta obra, se uniera a Trujillo. No se entiende.


No lo Juzgo, porque si en algo este autor hace mucho énfasis dentro de la historia es en el hecho de que estos eran unos tiempos en donde se tenía que luchar para tratar de sobrevivir a como diera lugar. La piedad, la moral y la compasión aquí no se tomaban en cuenta. Solo los sabios y los que no tenían consideración podían sobrevivir, era como estar en una selva, en donde el lema era “sálvese quien pueda”. Y como al final de la novela de “Over” el mismo narrador dijo que tenía que “caminar”. Considero que eso mismo hizo este autor, caminó hasta encontrar lo que era mejor para él. Por lo que entiendo que el hecho de él unirse a Trujillo y ganarse su confianza fue una jugada de mucha astucia por su parte. También creo que este hecho no le cambio toda esa humanidad que en esta obra se plasmó, porque si no, él no hubiera muerto a causa del mismo Trujillo.  

Trujillo lo responsabilizó del contenido de un artículo publicado el 12 de julio de 1959 en The New York Times, en el que se acusaba a su gobierno de corrupto. Una semana después su cuerpo fue encontrado carbonizado dentro de su automóvil en un precipicio de la carretera Santo Domingo-Constanza”.

Para finalizar, esta obra es grandiosa, no solo porque cuenta dicha historia, sino porque te hace reflexionar y cuestionar muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor, todavía hoy en día. Si analizamos todo este trabajo al completo, nos daremos cuenta de que casi todo gira en una sola dirección y esto es el hecho de que al final muchas cosas anteriores que creíamos que estaban anulada en nuestro alrededor, todavía siguen presente, solo que de manera disfrazada, como es el hecho de que todavía la esclavitud sigue, pero nos la han disfrazado haciéndonos creer que tenemos libertad de elegir y decidir, como si las necesidades no existieran. Además, vivimos en un sistema en donde a los trabajadores ni siquiera se les paga lo que les corresponde y tampoco se les valora su trabajo. Ganan miserias porque los dueños de empresas solo quieren hacerse ricos. Vivimos en un país en donde a los extranjeros todavía se le brinda más oportunidades de empleo que a los mismos ciudadanos de aquí, en donde a estos se le venere y se le brindan los mejores puestos de trabajo, entonces, me pregunto ¿hemos evolucionado? La respuesta es no. Tal vez la única evolución que se ha tenido es el arte de perfeccionar todas las maneras de utilizarnos a todo solo por el “Over”, al parecer el “Over” siempre ganara como lo más importante de este país. El monopolio que en este país se vive es increíble, porque si observamos bien, nos daremos cuenta de que los ricos siguen siendo el mismo grupito de siempre y estos son los que cada día más se hacen más rico mientras que los pobres son cada vez más pobre. 

El capitalismo es lo que mueve República Dominicana lamentablemente y esto es algo difícil de sacar de la mente de esta sociedad. Es la otra cara del neocolonialismo, como dijo el profesor Fari una vez en clase. Así como la explotación laboral es el pan nuestro de cada día. Solo puedo decir  que la novela Over como un tesoro sin igual, sin desperdicio, porque es una obra que, de manera sencilla, pero con estética, narra y deja ver todas estas artes de manipulación monopolizada y capitalizada de la cual el ser humano se ha hecho un experto solo por alcanzar a tener más dinero y poder.
Bibliografía
  •          Cambeira, A. B. (2001). LA DENUNCIA SOCIO-POLÍTICA EN LA NOVELA" OVER" DEL ESCRITOR DOMINICANO RAMÓN MARRERO ARISTY. CLA Journal, 45(2), 243-254.
  •          Jimenes Grullón, J. I. (1940). La República Dominicana:(análisis de su pasado y su presente).
  •          Ramón Marrero Aristy. (2015, septiembre 1). EcuRed. Consultado el 13:35, abril 1, 2020 en https://www.ecured.cu/index.php?title=Ram%C3%B3n_Marrero_Aristy&oldid=2531616.
  •          Serrata, M. (2009). Literatura y poder: la invisible presencia de Trujillo en Over. Revista Iberoamericana, 75(226), 109-123.



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