Yiandra Familia Heredia
Ramón Marrero Aristy |
Ya
para adentrarnos en el tema, considero pertinente explicar de qué trata la obra.
La novela Over narra la historia de
Daniel Comprés, un joven que se ve obligado a buscar trabajo para sobrevivir,
luego de que su padre Lope Comprés lo echa de la casa, esto hace que el joven
muerto de hambre se vea en la necesidad de aventurarse a solicitar trabajo en
el central azucarero, allí lo dejan trabajando como bodeguero en un batey. Aquí
empieza a desarrollarse gran parte de la trama, pues este viendo la
responsabilidad que él tenía entiendo que no podía confiar en todo el mundo,
pero aun así conoció y se hizo amigo del policía Cleto, el viejo Dionisio quien
era mayordomo del contratista y de varios bodegueros más de la zona, pero sus más
íntimos amigos eran Eduardo, Valerio y el inglesito George Brown quienes al
tener temas en común y la misma responsabilidad se hicieron grandes amigos.
Luego de esto, con el tiempo Daniel conoció a una joven con la cual se casó y
aquí empezaron los conflictos porque la zafra se había acabado y por tanto no
había cosecha, lo que significaba que no había peones que compraran y por más
que él engañaba a los pocos peones que quedaban; esto no era suficiente para él
completar el inventario y cubrir los gastos de él y su esposa, por lo que el
déficit era cada día más grande y para que no se notara tenía que recurrir a
sus amigos para que le prestaran dinero. El estrés y la presión que él tenía y
sentía, al intentar comprender a su esposa depresiva, tolerar y disimular
delante del alemán cada vez que este iba a pasar el inventario, para que no
descubriera el déficit y aparte de eso estaba alejados de sus amigos que era
con quienes se desahogaba, todo esto y más presión, dieron como resultado que
un día explotara contra el Alemán y perdiera su trabajo, al final se tuvo que
ir a vivir a casa del cuñado de su esposa, donde la familia de su mujer. Con el
tiempo, en casa de su cuñada lo hicieron sentir un inútil sin servir y
mantenido, al este ver que su mujer tampoco lo toleraba decidió dejarla e irse.
Mientras vagaba, encontró un amigo que había sido compañero de clase y con este
duro un tiempo en su casa, luego se fue a casa de una prostituta que se había
enamorado de él.
En
realidad, lo sorprendente de esta historia, consiste en el hecho de que el
autor de una manera astuta en un texto de apenas 100 páginas, dividido en un
primer capítulo con 6 partes, un segundo capítulo con 7 partes y un tercer capítulo
con 3 partes. Nos narra todas esas injusticias y angustia que se vivía tanto
dentro del cañaveral como fuera de este. En donde los que tenían el poder
abusaban de los más débiles que por necesidad permitían que los explotaran.
Lo
interesante también de este texto es que el contexto se cuenta de manera lineal
y con una lógica completamente verosímil, organizado internamente de un modo,
en donde los rangos de oposición que aparecen son identificables, pues los
extranjeros son completamente identificables, así como lo son los nacionales
dominicanos, así como también desde el peón más insignificante es diferenciable
del “Manager”. Pero a pesar de todo, lo que más me sorprende es el contexto, ya
que esta se basa en un momento histórico en donde en 1940 en República
Dominicana según (Cambeira, 2001) “se proclamó un acuerdo sobre el
reclutamiento de Haití y la entrada en República dominicana de jornaleros
temporales haitianos (trabajadores agrícolas), para su empleo en territorio
dominicano durante la zafra azucarera”. Este hecho hace sin lugar a
duda que la historia sea verosímil, porque incluso en la misma novela se dice:
En el vientre de
un buque de carga, meten generalmente una cantidad de hombres dos o tres veces
mayor que la prudente. Allí los negros pasan días y noches, los unos encima de
los otros, alimentándose con pan y sardinas de latas que les son suministrados
por los que el Central envía a reclutar hombres a Haití y a las islas inglesas…
“Los que viajan en camiones hacen el trayecto desde Haití al Central en la caja
de carga de los vehículos, de pies, imposibilitados para sentarse durante un
momento”. (Marrero, 1940, p. 35)
Con
este pequeño fragmento vemos cómo esta novela nos adentra a este hecho
histórico, puesto que para recolectar toda la zafra azucarera en tiempo de
cosecha, la central tenía que recurrir a contratar extranjeros para poder
aprovechar la cosecha a tiempo, pero al mismo tiempo, podemos ver la
deshumanización que se vivía y lo interesante del caso es que esto no era solo
contra los extranjeros de poco recurso, sino también contra los propios
ciudadanos dominicanos a los cuales también se les trataba sin dignidad. Pero
lo peor del caso no es eso, sino que quienes cometían este atropello eran
personas de otras nacionalidades que ni dominicanos eran, eran personas bilingües
las cuales hablaban inglés: eran alemanes, ingleses y puertorriqueño, pero no
dominicano, los que tenían los puestos de mayor poder.
Así
pues, este autor fue muy ingenioso porque hizo de este texto una novela
interesante que a través de su estética utilizó recursos literarios y
gramaticales como lo son comparaciones, repeticiones y entre otros para darle
un toque especial a la novela como lo son: “Es más obeso que un tonel”, “diablo, ¡diablo!”, “Bodeguero, bodeguero”,
entre otros. También en sus voces internas aparte de lo narrativo, podemos
observar también voces descriptivas, como cuando el narrador describía a
algunos de los personajes de la novela. Ejemplo: “Era un hombrecito flaco, blanco en canas sin ser completamente viejo…”.
Cabe
resaltar que culturalmente a pesar de la angustia y la injusticia que se vive
en esta novela, muy profundamente esta también tiene muchos valores tanto
morales como religiosos presentes. Por ejemplo, a pesar de todo, aquí se
resalta lo que es la responsabilidad, algo que tal vez si la leemos de pasada y
no la analizamos como debe de ser, puede llegar a pasar desapercibido como “Cada vez que algo cae al suelo, pienso en
la pérdida, aunque parezca invisible e insignificante.” O sea, que él
era responsable de no perder ni un centavo, por lo que cosas como estas a él lo
atormentaban, también existe mucho la tolerancia por parte de la mayoría de los
personajes y un ejemplo de esto es cuando Daniel dice: “Y no me quedó otro remedio que obedecer, y
lo que fue el mal humor y el deseo de darle una lección, guardarlos por ahí.”,
también encontramos lo que es la lealtad, principalmente entre amigos: “¡Qué cariñoso recibimiento! Me abrazó como
a un hermano… Pero no olvides que estamos aquí. Tú sabes que siempre puedes
disponer de una parte de nuestros sueldos. Al menos del mío y creo que también
del que gana Valerio” y por irónico que parezca incluso honestidad se
puede encontrar en esta época: “—No
puedo —le respondía con franqueza—. Soy casado y no tengo trabajo ni dinero”.
Dentro de lo religioso podemos llegar a encontrar rastro de la religión cristiana
como, por ejemplo: “¡Jesú, critiano!”,
“La mujer lee la Biblia.”, “Lo dice el texto: “No tan sólo de pan vivirá el
hombre”. También es necesaria la palabra de Dios.”
Los
niveles ideológicos en esta historia, en cuanto al racismo, el patriotismo y la
moral van muy de la mano, dado que en esta novela podemos ver cómo en esa época
según el texto, se veía el ajetreo que en ese entonces había por falta de
empleo y por el mal nivel económico. Nos surge lo que es el racismo hacia lo
que son los extranjeros, principalmente los americanos, alemanes, etc. También puede
apreciarse el patriotismo en la República, para esta época en cuanto a política
no era para nada estable, lo que provocaba que los ciudadanos no tuvieran quien
velara por ellos. Ejemplo: “No
es como estar con el gobierno, que cae a cada rato y de donde despiden a uno
tan fácilmente”, “¡Intruso, extranjero, le está robando ese puesto a un hombre
digno, que no sea capaz de vejar a las gentes!”. El racismo que en la
novela se puede sentir es más por la superioridad racial, que existía de partes
de los extranjeros americanos y alemanes, entre otros. Y esto ocurría, porque a
los nacionales dominicanos que si son ciudadanos tenían menos derecho, por no
decir que no tenían ningún derecho, mientras que estos extranjeros eran los
dueños y señores del país.
Debemos
de aclarar también que siendo completamente literatos y viendo la novela desde
el punto de vista del macrocontexto, la época en la que el escritor se basa
para narrar esta historia son los años del 1940 y el espacio ficcional con el
que el autor se relaciona es con la
República Dominicana. Aclaro este punto siendo completamente realista de que
cada escritor crea su propio mundo posible dentro de su obra, es decir, puede
que los hechos de la historia sean completamente ficcionales, como pueden
también haber sido cierto.
Según
la historia, el modo de producción de los bienes, tanto como la adquisición y
la repartición de esto, era completamente capitalizada y monopolizado por los
extranjeros europeos y americanos. E investigando un poco sobre la economía de
este país para esta época, todo concuerda puesto que la economía dominicana,
aunque bastante diversificada, era muy pobre, por no decir que esta era casi
“nula”, la estructura social era pueblerina y los adelantos tecnológicos eran
limitados y el transporte se realizaba en camiones, tren, barco y a lomo de
yeguas y caballos. En dicho período las características principales de la economía
dominicana eran deprimente, puesto que según (Jimenes, 1940):
“Se celebró, con el Gobierno norteamericano, a fines
de 1924, una nueva Convención, análoga a la de 1907, que lo autorizó a
consolidar las emisiones anteriores de bonos y a lanzar al mercado otra
cantidad por la suma total de $25.000.000. Quedó establecido en esa Convención
que las Aduanas seguirían bajo el control extranjero hasta cuando esa nueva
emisión de bonos que vencía en el 1940, quedara cubierta. Por tanto, en vez de
tratar de rescatar el trozo aun enajenado de la soberanía, el Gobierno prolongó
su enajenación. Amparada por las amplias libertades individuales que propició y
aseguró el nuevo régimen, levantóse una ola de protestas contra dichos actos.
Protestas inútiles; la decisión obedecía, aparentemente, a toda una política:
continuar realizando, con los dineros del empréstito, las obras materiales que
la reconstrucción del país reclamaba. El rescate total de la soberanía,
cuestión de carácter ético, apareció, pues, subordinado a un problema de
naturaleza material”.
Podemos
decir también que dentro de las prácticas políticas de la novela hay un sistema
de gobierno que podemos visualizar como republicano, presidencialista y al
mismo tiempo es colonizado.
“—No tengo esperanzas. Estos países son tierras de
promisión para los blancos, desde que Colón puso el pie aquí. Ayer esclavizaron
a los indios, los despojaron de sus tierras y su oro, violentamente, y les
dieron muerte cazándolos con perros, porque entonces las cosas se hacían en esa
forma. Hoy vienen a despojamos y a servirse de nosotros, “solicitando” permisos
de los gobiernos —respaldados por su gran nación— para hacer inversiones “que
favorecerán al país”; pero el fin y los resultados son los mismos.”
“—Los
gobiernos castigan a los desesperados que matan a los explotadores y cometen
actos de terrorismo, pero a quienes deberían castigar es a estos capitalistas
sin entrañas. Cegados por su fiebre de atesorar dinero, y empecinados en
conceptos de superioridad racial, explotan, oprimen y siembran tal rencor en
los hombres, que cuando el día del estallido inevitable llegue, la venganza de
las masas lo arrasará todo como un huracán!...”
Los
intereses políticos que se muestran en la historia son el deseo de tener el
poder y gobernar solamente para poder enriquecerse a sí mismo, haciendo ellos
sus negocios con la central azucarera, sin velar por los intereses de los
ciudadanos del país. Pasando por alto todos los atropellos que se cometían
contra habitantes.
Lo
que yo visualizo en esta novela es el sufrimiento, las humillaciones y las
injusticias que vivieron los ciudadanos de este país a manos de un gobierno
capitalizado y monopolizado por parte de extranjeros que se consideraban
superiores a los demás. Veo un grito de impotencia y dolor que tenía que ser
contado, pero al mismo tiempo veo esas denuncias que nadie se atrevía hacer por
miedo a la represalia y a la ignorancia.
En
esta novela se muestra cómo todavía en pleno siglo XX la esclavitud seguía su
máximo esplendor de manera disfrazada. Pero esta era más descarada porque era
como si te dijeran vengo a tu terreno… Te saco todo el “Over” que puedas
producir y luego te desecho. Y… No, no eres mí “esclavo”. (Over como sinónimo
de “dinero”). El detalle es que no se podía hablar de esclavitud, porque ellos
astutamente sabían disfrazar las cosas, como similar una escena: finjo que
tienes voluntad… vienes a mí creyendo que me eliges, pero en realidad no te doy
otra opción, luego de “Yo” elegirte, te uso y te exploto mental y físicamente.
Personalmente,
lo que más me dolió de esta obra fue el hecho de analizar como la ignorancia y
el apego que muchas veces las personas tenemos, es la más grande desgracia que
nos puede ocurrir.
“La finca tiene una fuerza de abismo, y fascina. Se
traga a cuantos vienen aquí. Después que beben su virus no pueden marchar. A
los que el central despide, les ocurre que se quedan dando vueltas, tratando de
“arreglar su asunto”, para conseguir nuevamente trabajo. Los que no han
obtenido trabajo, pululan por bateyes y carriles, esperando “un chance”. Este
año, cuando se dijo que la tonelada de caña se le pagaría al picador a
diecisiete, todo el mundo —haitianos, cocolos, dominicanos— dijo que no trabajaría;
pero al día siguiente todos fueron al corte, callados. Y seguirán yendo.”
Pero
tampoco lo juzgo porque es difícil tener que estar sin trabajo y pasando
hambre, sobre todo porque no hay más fuente de trabajo. Todo se debe al egoísmo
y la avaricia que en muchas ocasiones son las que domina al ser humano.
Para
mí la denuncia y críticas que este autor hace son de admirar, porque hacen que
todavía hoy en día nos cuestionemos tantas cosas, y dentro de ellas, el manejo
disfrazado que todavía hoy en día vivimos por parte de entidades superiores, en
donde tal vez no usen el intercambio de oro por espejo, pero si buscan otra
forma de utilizarnos y engañarnos de manera tan pendeja y cínica.
Un
claro ejemplo de lo dicho es lo que se vive actualmente, en plena cuarentena, a
causa del Coronavirus, todavía hay naves de la zona franca trabajando, las
cuales que no aportan nada al sistema de salud, ni de alimentación, ni hacen
nada que tenga que ver con ningunas de las necesidades básicas, pero, aun así,
estas naves obligan a sus empleados a asistir a trabajar y estos por necesidad
se ven en la obligación de poner en riesgo su salud. En efecto, creo que
también está de más decir que estas empresas de manera inteligentes compran
permisos para transportar a su personal en horario de toque de queda para que
las autoridades les permitan el paso. Y lo peor de todo es que a sus empleados
no le dan los equipos necesarios para que estos se cuiden dentro de las
instalaciones, es decir que estos trabajan sin guantes y sin mascarillas, pero
ninguno puede decir nada, porque si hablan, las empresas toman represaría
contra estos trabajadores. Lo que me da toda la razón de pensar que todavía hoy
en día trabajamos bajo el dominio del capitalismo en donde lo importante es el Over. Así como en estas zonas francas sé
que también existen muchas empresas e instituciones en donde lo que importa es
el dinero y los trabajadores son solo simples peones o cosas insignificantes
para ellos. Lo irónico de esto es que los trabajadores de estas empresas deben
de sentirse agradecidos y afortunados de poder trabajar en estos sitios, así
como los personajes de la novela de Over.
“—“Tú ere rico”. —“Tú son gente grande, porque tú
come tó lo día, compai” …Y tienen un hambre y un deseo de estar en mi puesto,
no es posible dudar de su sinceridad. ¡Es
desolador!”.
Es
decir que, a pesar de la injusticia, el abuso de poder y las humillaciones que
viven muchos de estos empleados, estos tienen que sentirse “afortunados y
bendecidos” por tener dichos trabajos. Y no es para menos cuando todo se
encuentra monopolizado y encima sin tener a nadie que vele por sus intereses.
Una
parte de esta novela que me llamó mucho la atención fue cuando el cañaveral se incendió
y apresaron a dos haitianos por tener en sus bolsillos forofos y cachimbos. Me
llamó la atención, porque sentí que en ese momento el autor tenía mucha
similitud con el cuento “Luis Pie” de Juan Bosh. Aunque no se contaba de la
misma manera, me hizo pensar en este cuento, pero al mismo tiempo me dio a
pensar que en esta época cometer este tipo de injusticia al parecer era muy
frecuente.
“En ese momento pasaban Cleto y su compañero con
dos hombres atados por los brazos. Eran presuntos autores del fuego. Engendraba
esa sospecha el hecho de haberles encontrado cachimbos y fósforos en los
bolsillos, cuando ellos mismos luchaban contra las llamas”.
Esto
me hace llegar a deducir que probablemente parte del odio que los haitianos
siente hacia los dominicanos actualmente, es en realidad producto de aquellos tiempos,
porque aunque el maltrato y el abuso es ocasionado por la presión que ejercen
los altos directivos extranjeros, todo este maltrato ocurre en el territorio
dominicano y, por ende, la única imagen que se ve afectada es la de República
Dominicana, no la de los europeos o ingleses, y todo esto gracias al mal manejo
que el gobierno del país tenía y sigue teniendo hasta la fecha.
Algo
lamentable que debemos de resaltar es el hecho de ver cómo en esta época las
personas morían por montones a causa del hambre y de la falta de atenciones
médicas. Y todo porque se le explotaba a trabajo, pero no se le brindaba los recursos
que estos necesitaban. La una ayuda que estos recibían era si acaso cuando ya
estaban muertos, ya que no podían dejar esos cuerpos podridos en el cañaveral:
“La ambulancia pasa por ahí, con su cruz roja, ya
la gente la mira sin comentar. Ninguno se informa de quién habrá muerto. “¡Qué
más da! Siempre será un trabajador cuyo cuerpo será llevado desde el hospital
hasta el cementerio del pueblo en una carreta, metido en un cajón cuyo precio
de costo no pasa de dos dólares. ¡Qué más da?! Siempre será un peón”. Eso
parecen pensar”.
Para
mí, la historia aquí narrada no fue un hecho meramente ficcional, sino que la
novela tienen mucho de realidad, porque mucho de las narraciones tienen grandes
similitudes con el contexto histórico. También con lo ocurrido al mismo autor
de esta obra. Pues el mismo Ramón Marrero Aristy llegó a trabajar en un
cañaveral de la Central Romana como bodeguero hasta que a los 22 se trasladó a
vivir a Santo Domingo. A parte de esto, Marrero fue un escritor, al igual que
el personaje principal de la obra, Diego. Por tanto, se me hace difícil
concordar con las personas que juzgan a este autor porque meses después de
publicar esta obra, se uniera a Trujillo. No se entiende.
No lo Juzgo, porque si en
algo este autor hace mucho énfasis dentro de la historia es en el hecho de que
estos eran unos tiempos en donde se tenía que luchar para tratar de sobrevivir
a como diera lugar. La piedad, la moral y la compasión aquí no se tomaban en
cuenta. Solo los sabios y los que no tenían consideración podían sobrevivir,
era como estar en una selva, en donde el lema era “sálvese quien pueda”. Y como
al final de la novela de “Over” el mismo narrador dijo que tenía que “caminar”.
Considero que eso mismo hizo este autor, caminó hasta encontrar lo que era
mejor para él. Por lo que entiendo que el hecho de él unirse a Trujillo y
ganarse su confianza fue una jugada de mucha astucia por su parte. También creo
que este hecho no le cambio toda esa humanidad que en esta obra se plasmó,
porque si no, él no hubiera muerto a causa del mismo Trujillo.
“Trujillo lo responsabilizó del contenido de un artículo publicado el 12
de julio de 1959 en The New York Times, en el que se acusaba a su
gobierno de corrupto. Una semana después su cuerpo fue encontrado carbonizado
dentro de su automóvil en un precipicio de la carretera Santo Domingo-Constanza”.
Para finalizar, esta obra es
grandiosa, no solo porque cuenta dicha historia, sino porque te hace
reflexionar y cuestionar muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor,
todavía hoy en día. Si analizamos todo este trabajo al completo, nos daremos
cuenta de que casi todo gira en una sola dirección y esto es el hecho de que al
final muchas cosas anteriores que creíamos que estaban anulada en nuestro
alrededor, todavía siguen presente, solo que de manera disfrazada, como es el
hecho de que todavía la esclavitud sigue, pero nos la han disfrazado
haciéndonos creer que tenemos libertad de elegir y decidir, como si las
necesidades no existieran. Además, vivimos en un sistema en donde a los
trabajadores ni siquiera se les paga lo que les corresponde y tampoco se les
valora su trabajo. Ganan miserias porque los dueños de empresas solo quieren
hacerse ricos. Vivimos en un país en donde a los extranjeros todavía se le
brinda más oportunidades de empleo que a los mismos ciudadanos de aquí, en
donde a estos se le venere y se le brindan los mejores puestos de trabajo,
entonces, me pregunto ¿hemos evolucionado? La respuesta es no. Tal vez la única
evolución que se ha tenido es el arte de perfeccionar todas las maneras de
utilizarnos a todo solo por el “Over”, al parecer el “Over” siempre ganara como
lo más importante de este país. El monopolio que en este país se vive es
increíble, porque si observamos bien, nos daremos cuenta de que los ricos
siguen siendo el mismo grupito de siempre y estos son los que cada día más se
hacen más rico mientras que los pobres son cada vez más pobre.
El capitalismo
es lo que mueve República Dominicana lamentablemente y esto es algo difícil de
sacar de la mente de esta sociedad. Es la otra cara del neocolonialismo, como
dijo el profesor Fari una vez en clase. Así como la explotación laboral es el
pan nuestro de cada día. Solo puedo decir que la novela Over como un tesoro sin igual, sin desperdicio, porque es
una obra que, de manera sencilla, pero con estética, narra y deja ver todas
estas artes de manipulación monopolizada y capitalizada de la cual el ser
humano se ha hecho un experto solo por alcanzar a tener más dinero y poder.
- Cambeira, A. B. (2001). LA
DENUNCIA SOCIO-POLÍTICA EN LA NOVELA" OVER" DEL ESCRITOR DOMINICANO
RAMÓN MARRERO ARISTY. CLA Journal, 45(2), 243-254.
- Jimenes Grullón, J. I.
(1940). La República Dominicana:(análisis de su pasado y su presente).
- Ramón Marrero Aristy. (2015,
septiembre 1). EcuRed. Consultado el 13:35, abril 1, 2020 en https://www.ecured.cu/index.php?title=Ram%C3%B3n_Marrero_Aristy&oldid=2531616.
- Serrata, M. (2009).
Literatura y poder: la invisible presencia de Trujillo en Over. Revista
Iberoamericana, 75(226), 109-123.
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