miércoles, 23 de septiembre de 2020

Entrevista al Escritor Julio Cuevas por Genesis Ramos y Audrys Cuevas.

 


Entrevista a la Escritora Ecuatoriana Sandra Alvarado, por Carla M. Ogando


 

Breve entrevista a la Escritora Sara María Rivas, de la mano de Amanda Inoa

 


Entrevista al Escritor dominicano Pedro Antonio Valdez, de la mano de Michel Suazo


 

ENTREVISTA A MANUEL MORA SERRANO

LUZMARY ROJAS BENÍTEZ 


Buenos días. Yo soy Luzmary Rojas, y hoy tengo la dicha de poder entrevistar a uno de los grandes escritores de nuestra querida “Quisqueya, la bella". El novelista, ensayista e investigador literario Manuel Mora Serrano. 

Esta entrevista, de la asignatura Introducción al Estudio Literario, se realiza con el propósito de observar la literatura desde la trayectoria y experiencia de este autor.


1.     Para usted, ¿Qué es la literatura?

Resp. MMS: Las definiciones normales están en el diccionario y solo debes accesar o abrir uno.

Sin embargo, para un escritor es otra cosa: la literatura es su vida. Todo gira en torno a ella. La respira, la huele, la vive. Ignoro si en otras vocaciones sucede lo mismo. Para mí, curiosamente, el dinero que me pueda producir mi obra nunca ha sido lo principal. Estudié la carrera de derecho porque era la más afín a las letras que podía darme con qué vivir y para dedicarme a ella, literatura, ya que ni pensar en estudiar filosofía que hubiera ido más cerca de mi vocación real. Ya tenía el vicio de las letras metido en el cuerpo, escribiendo poemas amorosos, románticos y algún esbozo de novela. Nunca he visto la literatura como algo que me “dé nombre o fama”; eso no me importa, me interesa escribir, investigar, producir, innovar acaso, dejar, como digo en un viejo poema, alguna página que perdure, como brilla el oro en las cenizas de los muertos. En cierto sentido, soy “postumista”, es decir, que solo quiero que lo que deje, alguna página sea leída con amor, después de muerto.


2.   A su entender, ¿cómo se estudia la literatura?

Resp. MMS: Aunque he intentado escribir y he publicado libros y artículos sobre el estudio de la literatura, la pregunta debería ser, como debería iniciar un estudiante sus conocimientos de la literatura.

Aquí es pertinente señalar que la base de la literatura es la lengua. Primero que nada la que se habla y se escucha. por eso, lo principal es dominar la gramática normativa. Oirás hablar de estructuralismo, de semiótica, etc., eso vendrá después. 

Precisamente, lo que está sucediendo ahora es que muchos maestros del profesorado básico: los que alfabetizan y dan las primeras lecciones gramaticales, no dominan la normativa. Cometen faltas de ortografía; no saben pronunciar correctamente las palabras, ni poner donde van los puntos seguidos y aparte, las comas y puntos y comas, ni los acentos ni conjugar bien los verbos y estructurar los párrafos para que contengan una idea completa. 

Si queremos ser literatos, debemos estudiar la gramática al margen de lo que nos enseñen. Ahí comienza la liberación del escritor futuro, en su lucha por superar los vacíos y las dudas. Hoy es fácil bajar de la Web todo el material necesario para completar el conocimiento básico, pero hay que dedicar tiempo a esa lucha contra la ignorancia, en eso, en luchar contra ese monstruo, consiste la vocación literaria.

Es que la pregunta, como está formulada, se contestaría  simplemente con dos gerundios: Leyendo y escribiendo.

Pero lo que realmente querrás saber es cómo una persona comienza a estudiar literatura. Dependiendo el país. Pero en occidente, donde vivimos, debemos comenzar con los clásicos greco latinos. Sin esa base, es imposible saber cómo ha sido el proceso literario en nuestros países. A nosotros nos corresponde, además de lo grecolatino, toda la literatura europea, latinoamericana y norteamericana. Y luego, la literatura de nuestro país, sus inicios y su evolución.

Hay que leerlo todo, aunque, lo ideal sería ir poco a poco y en orden.


3.   ¿Cómo ve la evolución que ha tenido la literatura?

Resp. MMS: Esa es una pregunta tan amplia, que no encuentro cómo responderla. Sin embargo, le podría decir, que la literatura no evoluciona, sino que involuciona. Cuando leemos a los grandes escritores del pasado, no solo nuestros, de China, de Rusia, de Oriente, y en especial de Inglaterra, Alemania, España Italia, Portugal y Francia, nos damos cuenta que a pesar de todas las facilidades, de una mejor preparación académica, en nuestro propio país, escritores famosos que nunca fueron bachilleres, son nuestros clásicos. Podemos decir a pesar de nuestra fe en la juventud para superar lo hecho en el pasado, que en estos 20 años del nuevo siglo, con una mayor profusión de textos editados, con facilidades tecnológicas que no se podían imaginar antes, es posible que se hayan publicado más libros en este siglo que en todo el resto de nuestra historia; sin embargo, ninguno, y cuando dije ninguno, dije ni uno, supera a los escritos y publicados el siglo pasado, que hemos llamado el Siglo de Oro de la literatura dominicana.

No es cuestión de cultura o incultura, de títulos, de ciencias, de tecnologías. Es asunto de la genialidad humana. No se puede fabricar como un robot, a un escritor genial; no se puede inventar una obra que supere a las demás porque uno lo quiera o lo pretenda.

Vamos referir una anécdota que viene al caso. Cuando aparecieron los llamados miembros de la Joven Poesía, que cantaban contra los yanquis después de la Guerra de Abril, Franklin Mieses Burgos, que alentaba a estos muchachos, nos decía a Freddy Gatón Arce y a nosotros: “Eso está bien. Que se crean el centro del mundo. Pero cuando volteen los rostros, verán, que detrás de ellos, hay monstruos.”

Podemos tener mejores bibliotecas, todos los libros del mundo físicos y digitales y los podremos leer, pero nada de eso produce un escritor genial.

Quizás la lentitud de la vida antigua frente a la rapidez de la moderna, cuando muchos de los mejores autores del mundo se alumbraban con velas y redactaban mojando la pluma en un tintero y no tenían ni siquiera una maquinilla y amanecían escribiendo, explique algunas cosas.

Por ejemplo, dos de los más grandes escritores “modernos” son William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra. Ambos fueron, si no menospreciados, poco apreciados como debería ser por las gentes de su generación, y hoy, sin esas dos personalidades, para no hablar de glorias, ni la literatura inglesa ni la española serían lo que son.

De modo que, mientras evolucionamos tecnológicamente  y nos creemos el centro del mundo, porque nos citan o nos traducen o nos publican o vendemos más que esas gentes, o ganemos más premios, no hemos evolucionado en la calidad literaria. Sin ser demasiado pesimistas, pero sí realistas, a pesar de nuestro amor por las letras y nuestra admiración por los jóvenes que incursionan en este difícil terreno, lamentablemente, diría, que hemos retrocedido.

Eso no es tan terrible. Siempre es un acicate para el nuevo literato enfrentar la página en blanco diciendo para sí mismo: Yo superaré a esos monstruos. 

Y es posible que lo hagan. Después de todo, se trabaja con el material más común del universo: El lenguaje humano.


4.    ¿Qué aporta la literatura al ser humano? 

Resp. MMS:  Bien hecha la pregunta. No va dirigida al animal humano, sino a su esencia. 

Los últimos investigadores declaran que no existe el alma, y si no hay espíritu, no sabría cómo responder esa pregunta. Sin embargo, partamos de que somos entes dobles, materiales y espirituales.

La literatura, realmente, en lo material, no sirve para nada. No se puede comer, no se puede beber, no se puede untar. Con suerte, al escritor le podría proporcionar lectores y dinero y le ayudaría entonces a alimentar al animal humano.

Empero, partimos del hecho de que esto que produce la literatura, es lo que nos diferencia de los demás animales. Lo que nos hace “humanos”, de ahí que en la carrera de letras  se estudie la literatura.

Y resulta, que ella, siendo solo un ente puramente espiritual, inasible, intocable, incomible ¿qué podría aportar al ser humano?

Si las religiones, supuestamente existen para llenar ese gran vacío cultural que cada ser humano siente por sus orígenes y los misterios de la existencia misma, de la muerte y del universo, podríamos decir que la literatura suple lo que esas otras disciplinas espirituales no llenan.

Ahora, si la reducimos a su papel estelar, es decir, al Arte, a una de las bellas artes, entonces podríamos decir, que ese es su terreno: La de suplir estéticamente la sed de lo bello y lo útil a través de la palabra, sea oral o escrita.

Esa ausencia del mundo que nos sumerge la lectura de un gran poema o de una narración excitante o en la contemplación de un drama o una tragedia, en el teatro, el cine o la televisión tiene muchos nombres quizás, pero lo más importante es que nos produzca ese tipo de goce que llamamos placer estético. Es decir, que excite nuestros sentimientos. Si eso no se cumple, el literato ha fracasado, y, en consecuencia, la literatura también. 


jueves, 14 de mayo de 2020

Una mirada al Coloquio de los perros, de Miguel de Cervantes Saavedra

Por Lynn Marcelle Félix Valdez

Miguel de Cervantes Saavedra
Este trabajo está fundamentado en la obra El coloquio de los perros de Miguel de Cervantes Saavedra, quien fue un poeta, dramaturgo y soldado español. El texto que se ha de analizar pertenece a la edición del 2009 de Novelas ejemplares II, cuya introducción y notas se le atribuyen a Santiago Pérez Minnocci. La tesis que se busca defender en dicho texto se basa en los distintos recursos literarios que toma el autor para mostrar la dualidad existente entre las apariencias y la realidad que dejaba en evidencia las perspectivas de aquellos que formaban parte de la sociedad española y cómo era el comportamiento del Estado, el gobierno, las entidades religiosas y cada ciudadano. 

     El propósito de este ensayo es analizar tanto la estructura externa como la estructura interna de la obra, partiendo así de lo más general a lo más particular; donde se pueda destacar la forma en que fue escrita y los recursos utilizados por el autor para embellecerla y,  el contenido en base a los valores y antivalores que se ven reflejados en dicho texto, sin dejar de lado su relación con el contexto de la época y los aportes que esta proporcionó y sigue proporcionado en la actualidad, los cuales han trascendido hasta hoy día y han sido de utilidad. 

    Como sabemos las grandes obras de la literatura clásica y la literatura universal han sido eco durante siglos de los distintos pensamientos, sociedades y culturas de las cuales han formado parte sus escritores. Estas han dejado un legado que nos permite en la actualidad conocer cómo era concebido el mundo en la antigüedad y la formas en la que fue inmortalizado a través de distintos textos que nos permiten conocerlo y estudiarlo a profundidad. En este caso, Cervantes se vale de la evolución de las letras y las utiliza como un portavoz de un mensaje que cambiaría nuestro pensamiento y nos mostraría una realidad a la cual todos hemos estado expuestos a lo largo de los años y que no se limita tan solo a un país.

   Destacamos que el análisis de esta obra nos suministra ideas, juicios y problemáticas que reflejan la vida del hombre, al igual que, el momento histórico en que aparece, proyectando aquellos aspectos que la caracterizan positiva y negativamente. Permitiendo así, que al analizar el texto, tengamos una visión generalizada del mundo de la obra y del mundo fuera de ella, y que de estos se puedan extraer experiencias y aprendizajes relevantes y significativos.

 El coloquio de los perros viene a ser la última obra de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, siendo antecedido por la obra Un casamiento engañoso. La novela inicia cuando el pícaro llamado Campusano, quien es el protagonista de esta última da a leer a su amigo un diálogo ingenioso del cual fue participe y que él mismo escribió, en donde se narra la conversación extendida entre dos perros llamados Berganza y Copión en la cual el primer personaje le va contando al otro todas y cada una de las vivencias que tuvo en su vida al pasar de un amo a otro y las enseñanzas e interrogantes que afloraron de ellas. 

   La novela está escrita en prosa y presenta una de las características principales de la obra picaresca de la cual Fernández (1999) expresa: Otra característica del género es su forma, que se presenta como la autobiografía ficticia del mismo pícaro”. Lo que explica dicho autor nos lleva a relacionarlo directamente con el caso que se presenta con Berganza, quien es el emisor en este diálogo y el cual va narrando cada uno de los hechos importantes que este realizó y a los cuales estuvo expuesto desde su nacimiento hasta el momento actual, por lo que dicho diálogo se toma como una semi-autobiografía construida por el protagonista. 

   Pese a que la obra compartía elementos de la picaresca fue puesta en tela de juicio por algunos críticos literarios durante largo tiempo, debido a que la misma posee elementos fantásticos y que podrían relacionarse en determinado momento con las fábulas, por el hecho de que sus personajes principales son dos animales. Sin embargo, gracias a otras características presentes como la narración en primera persona, el propósito moralizador y la necesidad de hacer una crítica a la sociedad ayudaron a que cesara el debate de si era o no una novela picaresca. De la misma forma, se puso en tela de juicio el título de novela ya que algunos diferían si esta pudiera clasificarse en este género. 

     Al igual que en El Lazarillo de Tormes, Cervantes crea unos personajes que no se apegan al pícaro tradicional que mostraba la tenebrosidad y amargura que estuvo presente en los textos de Guzmán de Alfarache, de la misma forma que la vida despiadada en sí. Pero de lo que sí se vale es de la ironía y el humor en un grado discreto, pues en esta obra predominan todos los grados de ironía, la que pasa por terceros, la sutil y la directa. Al igual que el toque humorístico, la conversación sin pausa entre Berganza y Copión poseen varios intervalos en el cual un toque sutil de humor e ironía aparecen; por lo tanto, el personaje que lo caracteriza con dichas cualidades es Berganza, mientras que Cipión es más centrado y cuidadoso con sus palabras. 

En este sentido, según Gómez (2001): “La vida de Berganza, es un antiejemplo. El mismo no se vanagloria de sus hazañas. Es autocrítico, pero también justo al hacer juicios de los demás”. Lo que la autora nos quiere decir es que Berganza mide lo que dice, a pesar de que está hablando constantemente sus palabras no son precisamente para perjudicar, sino más bien para hacer una reflexión y sopesar las situaciones, muy diferente a lo que hace Cipión, quien ahorra sus palabras, Berganza no se mide para poder sacarlas y reprochar las acciones incorrectas de cada uno de los amos que tuvo.

   Los recursos estilísticos que el autor utiliza para embellecer la obra son innumerables, ya que la misma posee un amplio rejuego de palabras y figuras literarias. Entre las más destacadas por ser utilizadas por el autor se encuentran las parábolas, las metáforas, las anécdotas (muy predominantes en la narración), la ironía, las alusiones, los puntos de vista e incluso las personificaciones. La personificación prevalece más que las demás figuras, en vista de que, los perros del texto poseen características propias de los humanos como el habla, el pensar y razonar. 

   En la obra se destacan la utilización de las siguientes palabras que hoy las utilizamos de una forma diferente, estas son: Ansí, desa, deso, empero, della, deste, manifestallos, agora, dél, vese, esto se debe al tipo de castellano que se utilizaba en el siglo XVI (Siglo de Oro), esto era posible porque se ligaba la preposición “de” con los adjetivos ella y se evitaba que coincidiera el artículo “la” con las palabras femeninas que empezarán con la letra “a”. Se hace una clara y evidente diferenciación entre el castellano antiguo y el castellano actual y la evolución que ha tenido el mismo. 

   Aunque pareciese que los únicos personajes son Berganza y Cipión, en la narración de Berganza podemos encontrar distintos escenarios y conflictos que son presentados por múltiples personajes secundarios, de los cuales se ofrecen descripciones y detalles. Estos detalles muestran las distintas formas de vida que adaptan los seres humanos en la realidad y las acciones perversas que estos realizan para el beneficio de sí mismos. Como son el caso de los personajes Nicolás el Romo, su esposa, el alguacil, el escribano, Monipodio, las brujas, etc.

   Sin embargo, pese a que el autor proporciona distintos personajes que son ficticios, este menciona figuras de la historia y las cuales se pueden percibir en las notas de página, realizando así un paralelismo y un contraste entre los personajes ficticios y los agentes reales. De estos podemos mencionar a Anfriso y Belisarda de la obra La Arcadia, Fílida personaje de la Galatea (obra cumbre de Cervantes), Sireno, Diana y Felicia, personajes de Los siete libros de la Diana, Arte de gramática de Antonio de Nebrija, el licenciado Sarmiento de Valladares, Rodamonte, Colegio de Mase Rodriguez, Ulises el de La Odisea, La Camacha de Montilla, y de Apuleyo, quien fue escritor antiguo latino-africano. 

Portada de la Novela (Amazon)
   Con respecto al contenido es indudable que los temas principales que se encuentran en la obra versan de las apariencias, la doble moral, la sociedad disfuncional, los antivalores de los personajes y la forma desmedida en la que vivían estos. En base a esto, es necesario saber que en 1606, que es la época específica en la que se publica El coloquio de los perros, está caracterizada por el esplendor de los nuevos descubrimientos que fueron realizados en dicho entonces relacionados al ultramar. Sin embargo, ese esplendor no duró mucho tiempo, España fue decayendo gradualmente y Cervantes junto a otros escritores de la época se dedicaron a recoger, con ironía y escepticismo, los aciertos y desaciertos de su nación a través de sus obras. 

    Los distintos problemas a los cuales España estuvo expuesta por años desarrollaron la inclinación del autor por el trato de los temas sociales de manera indirecta. Berganza es el portavoz de los escenarios característicos de los habitantes de España. En este mismo tenor el escritor Rodríguez (2016) expresa: “Podemos afirmar sin ambages que en la época en que tuvo lugar la escritura de las Novelas ejemplares [donde se encuentra El coloquio de los perros] la violencia de obra y de palabra se hallaba fuertemente arraigada en el seno de las sociedades hispánicas, como han puesto de relieve numerosos historiadores de la sociedad y de la justicia”. En el caso de Berganza, cada uno de sus amos contaban una historia, pero vivían otra que se alejaba por completo a lo que ellos decían vivir, ya que, todo lo realizado consistía en llevar y guardar las apariencias.  Las narraciones de Berganza presentaban a ladrones, mentirosos, avaros, envidiosos, codiciosos, violadores de la ley, racistas, infieles, hechiceros y desleales, prostitutas, religiosos, pobres y ricos. 

   Era irónico entonces que fuera un perro el que le comunicara a otro los actos atroces que realizaban los seres humanos y recibir del receptor una respuesta moralizadora ante las distintas situaciones que se presentaban. Esto es muy interesante. Siendo los perros más conscientes de sus actos que los humanos y de los cuales Berganza opinaba lo siguiente: “Es gente ancha de conciencia, desalmada, sin temer al Rey ni a su justicia”. (Cervantes, 1606, p. 192) pese a que Cipión insistía en evitar el murmurar de su amigo Berganza este no podía retener las palabras y le respondía que “las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribes”. (p. 210) 

   Algunos de estos temas como el comportamiento de los oficiales, el comportamiento de los pastores de ovejas, la riñas, los engaños religiosos, y la esclavitud fueron tratados en novelas picarescas como el Lazarillo de Tormes y en el Guzmán. Los mismos temas que también se encuentran en otras obras de Cervantes, pero pertenecientes a otros géneros literarios. Una de las novelas que guarda una similitud de tema con El coloquio de los perros, es La Gitanilla; pero se evidencian los cambios de la intención en ambas obras. En la primera el autor intenta ponerse de lado de la situación de rechazo que estaban pasando los Gitanos y demostrar cómo aun en medio de ellos se encontraban personas con distintos valores, mientras que en la obra base el autor muestra el lado más bajo y despiadado de los gitanos, sin dejar una mínima sospecha en su bondad o buena moral. 

   La sensibilidad de los perros con el trato de las historias parece revelarnos a dos seres que se sentían completamente indignados por los actos que eran realizados para entonces y los cuales no veían con agrado. Una de las menciones que hace Berganza se refiere a los jiferos, y de los cuales expresa: “con la misma facilidad matan a un hombre que a una vaca; por quítame allá esa paja, a dos por tres”. (p. 193) y referente al mismo tema de los jiferos el escritor Rodríguez (2016) explica la razón por la cual el autor le daría un papel principal en su historia a los que se dedicaban a esta labor, diciendo: “Los jiferos de Sevilla se apoderan ilegítimamente de una buena parte de la carne. Su apropiación es ilegal. No es de extrañar que el autor, obedeciendo a la mentalidad social imperante, tache a estos personajes de «aves de rapiña carniceras”.

   Esta y otras de las historias narradas por el perro Berganza eran realidades que se vivían día tras día en Sevilla y que perjudicaban a sus habitantes. De la misma forma, se hace una mención especial de la hechicería que era practicada en la época y de la cual el autor menciona un personaje real que existió en dicho siglo llamada La Camacha de Montilla, la cual fue condenada por la inquisición de Córdoba acusada de bruja. El texto deja en evidencia el nivel de realismo y verosimilitud que había sido cuestionada por el factor de que los narradores eran animales. De estas digresiones Gómez (2001) afirma que: “Estas no pueden ser ampliada ni tan frecuentes, porque los perros piensan que el don de la razón no les durará para siempre y tienen que aprovechar el tiempo”. Entiéndase, pues, que los perros estaban conscientes de que no era normal el don que habían recibido y que eso no los hacia seres sobrenaturales, descartando así elementos del género fantástico. 

   Los aportes que el texto ha realizado son indudables, es una obra magistral que lleva a cada individuo que la lee al razonamiento y la reflexión, aunque según Cervantes el motivo de las Novelas ejemplares era meramente entretener un poco, logró mucho más que eso. En el prólogo de Ejemplares el mismo Cervantes enuncia que él ha sido el primero que ha novelado en lengua castellana y que la voz “novela tiene para él un sentido distinto al que tiene en la actualidad. Sus novelas no solo nos han permitido conocer el castellano antiguo y las variaciones que han sufrido múltiples palabras, sino también que ha abierto nuestro entendimiento sobre la crisis que atravesaba su nación y la crisis que se ha extendido en todo el mundo durante años por causas comunes a los cuales él explica, detalla y describe en sus novelas. 

   El coloquio de los perros más que mostrarnos un diálogo entre dos animales, nos muestra la realidad de una sociedad. Un texto que remite inmediatamente a un contexto, lo cual significaría un mundo fuera del escrito. Proporcionándonos una visión generalizada de lo que fue nuestra historia y de lo que aún sigue siendo, porque muchos se han limitado simplemente al igual que Cipión a mantenerse al margen de las situaciones caóticas y a emitir juicios de valor poco honestos por no “comprometerse” o “involucrarse”. Otros, sin embargo, como Berganza están dispuestos a hacer de cada una de las experiencias vividas un aprendizaje y una enseñanza para evitar que otros tengan que repetirlas y caer en los mismos errores. El coloquio de los perros es una demostración de que aquel que es menospreciado, tenido en poco, humillado, rechazado y tratado como “Un perro” en sentido figurado, puede ser el que esté en pleno uso de sus facultades para juzgar a aquellos que carecen de sensatez y disfrazan sus vidas cual teatro; una vida delante del telón y otra vida detrás, lo mismo que pasaría con las líderes políticos, con las autoridades policíacas y las autoridades religiosas; un disfraz total de lo que es la verdad. 

   Sin duda, es incuestionable que la obra muestra personajes que reflejaban la realidad oscura del pueblo español, y los cuales no dieron muestra de remordimiento o arrepentimiento por sus acciones macabras y malintencionada durante tantos años. Estoy segura de que el objetivo de Cervantes era provocar un cambio a través de sus obras, el mismo cambio que pocos están dispuestos a realizar, pero que aparecerán valientes que lo ejecuten, y dicho cambio no solo abrió los ojos de muchos de sus contemporáneos, sino que sigue abriendo los ojos de muchos en la actualidad que reviven cada una de sus obras a través de la lectura y el análisis de estas. Porque en definitiva donde haya un Cipión que prefiera callar, siempre habrá un Berganza que hablará y también actuará a favor del bien común. 

Bibliografía   
CERVANTES, M. Novelas ejemplares II. Edición 2009. Madrid, España.

FERNADEZ, J. (1999) La novela picaresca del siglo XVII. Historia de la Literatura Española, 
Apartado de: www.hispanoteca.eu

GOMEZ, G. El coloquio de los perros, una poética para sí misma. Revista Difusión. (2004) (pp. 1-8) Apartado de: http://www.uam.mx/difusion/revista/oct2004/gomez.pdf



RODRIGUEZ, B. Delito y Moral en el Coloquio de los perros. Revista de Filología (2016), (pp. 315-327) Apartado de  file:///C:/Users/Lenovo/Downloads/Dialnet-DelitoYMoralEnElColoquioDeLosPerros-5441048.pdf

Las mil caras de la vida

Por Shariely D. Polanco Mota

Marcio Veloz Maggiolo
   Este ensayo se fundamenta en la obra La vida no tiene nombre del novelista, cuentista, ensayista, dramaturgo, poeta, antropólogo y arqueólogo dominicano Marcio Veloz Maggiolo. Es la tercera edición 2006, editora Cole. La metodología que guiará mi trabajo es el análisis sociocrítico tomado del libro titulado Análisis e interpretación de textos literarios, de Silvia Solano Rivera y Juan Ramírez Caro, Costa Rica (2016). El objetivo del mismo es descomponer la obra ya mencionada (La vida no tiene nombre) según todas las partes del método sociocrítico, sustentando la lucha por la patria y las penurias de la vida. 

   Este análisis se compone de tres partes, en un primer orden, se aborda el pretexto (genotexto) compuesto por autor y obra, contexto de producción y publicación, movimiento literario y género en el que se inscribe la obra a analizar. En un segundo orden, el texto, que conlleva el argumento del texto, estructura, los personajes y las relaciones de poder entre los personajes. En un tercer orden, del texto al contexto, las ideologías en el texto, las relaciones de estos elementos con el contexto de la época, los elementos de nuestra dominicanidad contenidos en la novela y, finalmente, las conclusiones. Cada apartado estará presentado con un subtítulo de modo que ayude a la comprensión lectora.

El pretexto (genotexto)

La novela La vida no tiene nombre (1965) es una obra magistral y que se centra en la lucha por la patria adoptada por los guerrilleros contra la primera intervención de los Estados Unidos a República Dominicana en el período de 1916-1924. Este texto fue publicado en el 1965, meses antes de la segunda invasión estadounidense, curiosamente. El país estaba siendo gobernado por el segundo triunvirato encabezado por Donald Reid Cabral, en la cual reinaba una desorganización administrativa, sumergiéndose en muchas contradicciones, tanto económicas como políticas y sociales, realizando diversas huelgas encabezadas por trabajadores de las empresas estatales y paros de los choferes del transporte público. 

   Es importante puntualizar que Maggiolo antes de trabajar en esta novela, exactamente en el 1961, se había inclinado en ponerle un tema bíblico “el buen ladrón” pero no lo llevó a cabo. En ese tiempo se estaba gestando en Latinoamérica una corriente narrativa que promovió al Boom de narradores latinoamericanos, destinada a renovar la novela hispanoamericana y a ponerla en el primer plano de la novelística mundial.

   El movimiento literario en que se inscribe la obra es el vanguardismo, que se compone de distintos movimientos artísticos, surgidos en el siglo XX en un contexto muy convulsionado a nivel político, económico y social. El género es el épico o narrativo dentro de este está el subgénero novela histórica.

El texto

   La vida no tiene nombre tiene como ambiente la primera intervención norteamericana (1916-1924), y relata la historia de Ramón Vieth, alias El Cuerno. Quien cuenta desde la cárcel cómo se convierte en un criminal y en un gavillero que luchaba contra las tropas norteamericanas. Asimismo, narra que nació en el Seibo, en 1889, hijo de un hacendado Holandés y de Simian, una haitiana que vivía en la casa de su padre como sirvienta. Por no ser hijo ilegítimo del señor Vieth, fue apodado El Cuerno, el cual llevará ese apodo toda su vida. Ramón sufrió muchas decepciones por la propaganda que desarrollan los gringos contra los gavilleros; el pueblo termina persiguiendo tanto a él como los demás gavilleros, por lo que se ven en necesidad de robar y saquear para subsistir, la cual lo conduce a su perdición.

   Este argumento en la estructura vertical del texto se refleja en la relación con el poder, no solo racial, sino también, económico y cultural. La parte racista es reflejada en Simian quien por ser haitiana sufrió muchas penurias y violaciones. De manera proporcional, se revela también en Ramón, quien en muchas ocasiones sufrió burlas por ser hijo de una haitiana y al proceder de los años padeció implacables miserias. En cuanto a lo económico, se refleja cuando los estadounidenses le daban pequeñas proporciones de comidas a los ciudadanos y le decían que los gavilleros eran personas criminales  y profanadoras, que no se unieran a ellos. 

   El tiempo narratológico en la obra es circular y la velocidad se da a través de la sucesión de escenas, ya que mezcla historia y relato en tiempo real. Es circular porque Ramón inicia contando todo la historia en la cárcel, esperando la hora de su muerte. Narra como son las tierras del este, como él nació y creció, cómo llego hacer gavillero y todas las pobrezas que pasó. Asimismo, termina la obra esperando el momento de su fusilamiento. Ejemplos: “Estoy preso por dos delitos: haber combatido a las fuerzas de ocupación y haber asesinado a mi padre. De los dos me siento conforme (p.7-8)”. “Dentro de poco me enfrentaré, así y todo, al pelotón de fusilamiento. Como nunca me he enfrentado a uno me siento nervioso” (p.9). 

Portada de la Obra
   Es propicio mencionar a los personajes que envuelven este mundo ficcional, haciendo posible el desenlace de la obra, estos están caracterizados por sus cualidades y características. La figura central es un brioso gavillero que lucha por su patria contra los tropas norteamericanas, lleva por nombre Ramón Vieth alias el Cuerno, es hijo del Sr. Vieth y de Simian, una pobre mujer haitiana, que sufrió muchas violaciones y maltratos, es la sirvienta en la casa del Sr. Vieth, un déspota hacendado de Holanda, de tez blanca, padre de Ramón Vieth, así como de Fremio y Santa. Tras iniciar la intervención con el fin de poseer sus tierras les buscaba mujeres a los extranjeros. Fremio es el mentiroso hermano mayor de Ramón, a quien odiaba intensamente y, de la afable Santa, la única de esa familia que trataba bien a Ramón, ambos eran hijo de Marta, la esposa campesina que le aguanta todo al rico de su marido el Sr. Vieth. 

   Dentro de estos notables personajes no podemos dejar de mencionar a los vigorosos gavilleros como Chano Aristy, líder y jefe de este grupo, incapaz de matar a un paisano. Así también, encontramos a Juan Crisóstomo y a Mayí. Este grupo estaba siendo atacado por los gringos autoritarios, fríos y calculadores como el Sargento Harris, el oficial encargado de las tropas norteamericanas y, nunca falta, quien por su mejoría hasta su patria traicionaría como lo hizo Trujillo en aquel entonces. 

   Para que una obra tenga mayor connotación es visible que los personajes establezcan relaciones de poder y en texto esto se aprecia en diversas ocasiones, en primer orden, cuando el sr. Vieth trata como animales y como esclavos a Ramón y a Simian llegando al límite de violarla. Ejemplo: “Mientras Marta, estaba lejos de la hacienda tuvo mi madre que saciar nuevamente los bríos y los instintos de papá. Lo hará como siempre: por no perder el plato de comida de todos los días y la felicidad de vivir bajo un techo. Esta vez no quedó encinta, porque las dos veces que lo pareció, la bruja Engracia se encargó de hacerle un brebaje amargo que tomado hacía desaparecer cualquier sospecha” (p. 32).

   Así también, cuando el mismo Sr. Vieth golpea en determinadas ocasiones a Ramón. Igualmente, esta relación de poder es vista cuando los militares  estadounidenses llegan y se establecen como la autoridad. Por otra parte, cuando los guerrilleros deciden matar a un guerrillero acatando las órdenes de Ramón, ya que vio cómo un campesino delataba a Chano Aristy y este no hizo nada para defenderlo. Cito: “Este pendejo lo vio todo y se quedó parado. Él es más culpable que nadie de que Chano Aristy haya sido  fusilado. De inmediato regrese, le mataremos de una bala en el pecho” (p.32).

  De igual modo, cuando Trujillo utiliza su poder para chantajear a Juan Crisóstomo y a Mayí, para que le diga el paradero de los demás guerrilleros pero estos se negaron, por lo que les ordenó cavar su propia tumba, rechazando igualmente cometer esta acción. Ejemplo: “El oficial Trujillo, con polainas hasta la rodilla y un fusil Remington de repetición y dos correas de balas cruzadas sobre el pecho, apoyó el pie sobre el estribo y bajó de la bestia. -¡Póngalos a cavar su propia tumba! -ordenó- Juan Crisóstomo y Mayí se negaron a tomar los picos, entonces otro con el mismo rango, Trujillo les golpeó violentamente en la cara con la culata del máuser. Tuve que aguantarme como un hombrazo y voltearrne de espaldas” (p. 67). 


Del texto al contexto


   Los elementos ideológicos que se pueden encontrar en esta novela son religiosos, políticos y valores morales. Pongo por caso, el ritual Vudú que practicaban los haitianos del Este. Ejemplo, “Los Haitianos de los demás bateyes vinieron a la hacienda, encendieron una hoguera en un pelado del monte, y empezaron a cantar y a saltar alrededor de la misma con tristes aullidos de desesperación” (p. 30). Dentro de los religiosos, también está cuando le dicen a Ramón que dentro de pronto llegará un sacerdote para confesarte. Como ejemplo: “Dentro de algunos minutos vendrá un cura español que me hablará del cielo y de los pecados. Me dirá: -Hijo mío, el cielo es lo mejor. Le contestaré: -Padre, si en el cielo hay gringos es preferible que me vaya al infierno” (p. 85). 

  Los componentes ideológicos en cuanto a la política se visualizan en la clase dominante que utiliza la economía como medio de dominio de las demás clases sociales; también en el tipo de tortura que usaban para los delincuentes y fusilamiento de los que cometen cualquier crimen. Ejemplo “…por eso me patearon como un animal cualquiera y me pelaron la espalda a fuerza de tablazos. Dicen que este es el sistema que utilizan ellos en Estados Unidos para hacer hablar a los delincuentes” (p. 9). Dentro de los valores morales, encontramos el patriotismo por el que en un inicio luchaban los guerrilleros. La solidaridad de la señora que se quedó con Simian para cuidarla, la fidelidad, tras Juan Crisóstomo y Mayí  no denunciar dónde estaban sus amigos y la lealtad de Chano Aristy, tras preferir morir antes que matar a un dominicano. 
   Desde mi perspectiva, lo que está supuesto en el texto en torno a las relaciones de poder es que según sea el color de la persona, está tiene más poder, cuantiosos beneficios y es más aceptada socialmente. 

   Los elementos de "dominicanidad" contenidos en la obra son muchos, pero haré hincapié en la forma coloquial de manifestarse en determinadas ocasiones Ramón. Otro elemento, podría ser, que el gobierno les daba a los ciudadanos proporciones de comida, en el texto lo hacían los estadounidenses. También encontramos el confesarse antes de morir, para los católicos confesaré es curar el alma y aceptar el reconcilió con Dios y la iglesia. 

   Este texto se relaciona muchísimo con su contexto, puesto que, aún en estos años es palpable la discriminación que se le realizan a los haitianos. También, es notorio, que cuando una persona es preparada académicamente puede convencer y manipular a un grupo de personas para que actúen a su favor, esto prácticamente fue lo que hicieron los estadounidenses con los pobladores de los campos, asegurándoles que los guerrilleros eran personas abusivas, y no solo fue decirle, sino que se mostraron como amigos y les dieron lo que más necesitaban (una ración de comida), de esta manera, por más que los guerrilleros pelearan por su patria, sería imposible que el pueblo los aceptara como unos héroes nacionales, ya que, los norteamericanos le hacían creer que los malos eran los gavilleros.

   El autor de esta novela nos deja ver que algunas personas tienen que venderse por necesidad, aunque no quisieran, tal es el caso de Simian, quien vende su cuerpo para comer algo, se muere de hambre. Así también, lo hicieron los ciudadanos dominicanos prefiriendo aceptar las comidas que les daban, hacerse amigos del enemigo y olvidarse de que los gavilleros solo querían que les devolvieran todo aquello que les había sido arrebatado. Por otra parte, se esboza que el que nada tiene nada vale, visto cuando a Simian no la podían cuidar en el hospital porque no tenía los 300 pesos que el médico le pidió a Ramón. Es triste.

   Con toda esta historia se evidencian dos cosas, en un primer orden, queda demostrado que la vida tiene mil caras y muchas de ellas rebosadas de penurias, ya que, a veces planeamos cualquier evento esperando un fin gratificante y resulta que nada sucede como se tenía pautado, comprobado en dos ocasiones con el personaje de Ramón, quien luchaba por su patria y los mismos dominicanos se negaron a ayudarlo. También, cuando regresó a la casa de su padre pensando ingenuamente que este podía ayudarlo, posterior a esto, termina creyendo en su hermano, quien tanto lo odiaba, le daría la solución a su problema y este finaliza llevándolo con las autoridades. Lo que muestra que nada resultó como Ramón esperaba. 

   En un segundo orden, se certifican las cualidades inocentes de muchos campesinos dominicanos, que creen que todo haitiano es malo y todo norteamericano es bueno, simplemente por el color de piel. Por eso utiliza la figura de Ramón con descendencia haitiana como personaje central, que a pesar de sus raíces. Luchó por su patria, defendido el territorio de todos los dominicanos el cual estaba siendo arrebatado por el gobierno de los Estados Unidos. No obstante, esa situación no sólo se queda en ese contexto histórico, sino que extrapola la situación de nuestros días, pongo por caso, cuando determinados dominicanos venden su voto por cierta cantidad de dinero, también, cuando un haitiano construye decenas de edificaciones y no recibe la cantidad de dinero adecuada. Desde este modo, el autor hace un llamado al patriotismo y a que luchen por sus derechos. 

Bibliografía 

Veloz, M.(1965) La vida no tiene nombre. Editora Cole. Tercera edición. Madrid 

Solano, S. Ramírez, J. (2016)  Análisis e interpretación de textos literarios.  Heredia. Costa Rica.